Gol confirmó que ha resuelto acuerdos de venta y arrendamiento para once de sus equipos Boeing 737 Next Generation. Carlyle Aviation, una compañía especializada en alquiler de aviones, sería la empresa que recibirá los aviones. Se espera que la venta de las aeronaves ayude a Gol a reducir su deuda neta en aproximadamente 500 millones de reales, con una reducción de 130 millones de reales en deuda de arrendamiento financiero y un aumento de 370 millones de reales de liquidez en efectivo.

Según Gol, 300 millones de la moneda brasileña de los nuevos fondos se destinarán a canjear el monto disponible de sus Bonos Senior de 8.875%, con vencimiento en 2022. Con la reducción de los gastos por intereses y la gestión de activos, hay un pronóstico de 420 millones de reales en ganancias de la compañía en 2020. Además, la transacción acelerará la renovación de la flota, que en el mediano plazo debería estar completamente compuesta por 737 MAX (si es que vuelve a volar). La expectativa de Gol es que para el año 2025, al menos el 50% de la flota sea del 737 MAX, lo que puede aumentar la productividad en más del 20% al tiempo que proporciona una reducción en el consumo de aproximadamente el 15% (repito, si el MAX vuelve a volar).

Con la expansión del uso de las nuevas aeronaves, Gol estima que será capaz de crear más de 4 mil millones de reales en valor para todos los accionistas, que comprende más de 2 mil millones en valor patrimonial de las aeronaves y otros 2 mil millones en crecimiento de ingresos operativos, obtenidos a través de ganancias de productividad y consumo reducido de combustible. Según Gol, desde que se formalizó el contrato para 80 aviones de la familia 737 NG con Boeing en 2005, la compañía ha logrado más de 1,5 mil millones de reales en ganancias. La orden en ese momento tenía 40 aviones financiados con una garantía del banco norteamericano Ex-Im Bank y 40 por transacciones de venta y arrendamiento.

Gol afirma que todos los aviones se vendieron a partes no relacionadas, con ganancias y todos los ingresos se utilizaron para pagar las devoluciones de los aviones y reducir el endeudamiento.