Pilatus fue certificado para operar el PC-24 en pistas no preparadas, permitiendo así que el avión despegue y aterrice en pistas de hierba, tierra húmeda, arena seca, grava o nieve. La capacidad prácticamente duplica el número de pistas en el mundo capaces de recibir la aeronave. La aprobación para las operaciones de arena seca y grava se obtuvo en 2018 y la adición de pistas mojadas o cubiertas de nieve fue el resultado de una campaña de prueba posterior a la certificación el año pasado.

“Estoy muy contento de ver la culminación de manera exitosa de las pruebas, el PC-24 demostró que es capaz de volar en toda la gama de misiones para las que fue desarrollado”, dijo Oscar J. Schwenk, presidente de Pilatus.
EASA, la agencia europea de seguridad de la aviación, exigió que se hagan pruebas de certificación en diferentes pistas, lo que llevaría a la realización de tests en varios aeropuertos de América y Europa.

Las pruebas de hierba seca se concretaron en la pista de Goodwood, Inglaterra, además de pruebas adicionales en Kunovice, República Checa, Poitiers, Francia, y Duxford, Inglaterra. Las de humedales en Woodbridge, Inglaterra, mientras que en Kuujjuaq, Canadá, se hicieron las pruebas sobre terrenos de nieve.