La NASA podría ver un aumento del 12% en su presupuesto según la solicitud de la Casa Blanca para el año fiscal 2021, principalmente por un impulso para devolver a los humanos a la luna en 2024. Asimismo, la unidad aeronáutica de la agencia aerospacial estadounidense también recibiría un incremento del 4,5% en su financiación.
A la Dirección de la Misión de Investigación Aeronáutica (ARMD) se le desembolsarán 819 millones de dólares en 2021, a medida que la Casa Blanca impuse la investigación en electrificación de aeronaves, integración de tráfico no tripulado e implementación segura de sistemas autónomos, esfuerzos que impactarán en el futuro de la aviación comercial y militar, incluidos vuelos supersónicos, aviones con propulsión limpia y el emergente campo de la movilidad aérea urbana.
“Hoy, estamos reinventando la aviación para los próximos 50 años, donde los aviones se ven diferentes y tienen una potencia diferente”, dijo el administrador de la NASA Jim Bridenstine sobre la propuesta de presupuesto. “El mundo de la aviación está a punto de cambiar para siempre, y los hombres y mujeres de la NASA están liderando esos cambios. El presupuesto de 2021 respalda plenamente la investigación aeronáutica que permite avances como nuestro avión experimental totalmente eléctrico X-57 programado para volar a finales de este año”.
El programa X-57 ‘Maxwell’, el primer avión totalmente eléctrico de la NASA, prevé despegar este año, generando datos útiles sobre la integración de sistemas eléctricos, almacenamiento seguro de baterías de iones de litio y propulsión eléctrica distribuida, los cuales generarán datos útiles para los esfuerzos de la Administración Federal de Aviación que pretende certificar aeronaves UAM.
Parte del aumento del presupuesto de ARMD propuesto por la Casa Blanca, financiará la demostración de vuelo del tren motriz electrificado, dijo un representante de la NASA a Avionics, un proyecto “que trabaja con la industria y la agencia estadounidense para identificar y probar tecnologías de aviones propulsados por potencia de sistemas del tipo megavatios”, según el sitio web de la agencia. EPFD busca permitir el uso futuro de aviones eléctricos o híbridos para mercados regionales y de corto alcance.
“Y el presupuesto respalda un proyecto aeronáutico que, en mi opinión, tiene uno de los mayores potenciales para cambiar todas nuestras vidas: la movilidad aérea urbana”, dijo Bridenstine. “En el futuro cercano, los vehículos semi y totalmente autónomos proporcionarán muchos servicios nuevos y transportarán paquetes y personas en y alrededor de ciudades grandes y pequeñas. Una gran parte del mundo de la movilidad aérea urbana son los pequeños drones que transformarán la industria comercial para la entrega, la respuesta de emergencia, la agricultura y mucho más”.
A través del programa Gran Desafío de Movilidad Aérea Urbana, la NASA tiene la intención de trabajar con los desarrolladores de aeronaves UAM y los socios de integración del espacio aéreo para definir y volar una serie de escenarios que ayudarán a identificar los requisitos para la preparación comercial de la tecnología UAM y reunir datos para que la FAA los use en esfuerzos regulatorios y de certificación.
El primer evento del Gran Desafío, una “prueba de desarrollo”, está programada para la segunda mitad de 2020. A través del proyecto, la NASA también tiene la intención de organizar “grupos de trabajo de todo el ecosistema” para obtener aportes de la industria, cuyas primeras reuniones están marcas entre el 10 y el 12 de marzo. La NASA no hizo comentarios sobre la asignación de presupuesto para el Gran Desafío UAM u otros esfuerzos específicos bajo el Programa Avanzado de Vehículos Aéreos (AAVP).
Los funcionarios del Pentágono y la Casa Blanca han expresado interés en la adquisición futura de aeronaves eléctricas, particularmente aquellas capaces de despegar y aterrizar verticalmente, principalmente para aplicaciones de apoyo logístico, con costos por hora de vuelo y ciclo de vida más baratos que los helicópteros. El general Walter Rugen, jefe del equipo multifuncional Future Vertical Lift del ejército de EE.UU., señaló recientemente que las baterías y otras tecnologías de electrificación de aeronaves aún no están listas para el uso militar, un área donde los proyectos de investigación de la NASA podrían ayudar.
La Fuerza Aérea también lanzó el ‘Agility Prime’ en otoño, un esfuerzo del Laboratorio de Investigación de la Fuerza Aérea para aprovechar la inversión masiva en aviones VTOL eléctricos e híbridos. Desde entonces, el Pentágono ha mencionado organizar una competencia o un vuelo para medir el progreso y proporcionar datos a la FAA con fines de certificación comercial.