Informa nuestro colega Ricardo Delpiano del medio aliado En Vivo desde SCL de Chile, que como consecuencia de su crisis financiera, la devolución de parte de su flota y el enfoque en rutas intercontinentales más rentables, Alitalia dejaría de volar a Santiago y Seúl, Corea del Sur, a partir de abril, según adelanta la agencia italiana ANSA.
La medida supondrá el término del único enlace sin escalas que existe entre Italia y Chile recuperado en mayo de 2016, operación recientemente reforzada con un incremento de frecuencias. De momento, la venta de la ruta continúa abierta y sin afección en capacidad. No obstante, es probable que la información comercial sea actualizada a medida que la compañía oficialice el ajuste de capacidad en sus rutas intercontinentales.
El cierre de la ruta de Roma a Santiago por parte de Alitalia había trascendido a mediados de 2019 con el plan de recuperación de la empresa que planeaba Ferrovie dello Stato (FS). Sin embargo, el fracaso de la venta de Alitalia al holding Atlantia, permite que dicho plan no se materialice dejando el sustento de la empresa únicamente en manos del estado italiano por medio de créditos, el último por € 400 millones que aseguran la operación hasta marzo. Los aportes estatales son el principal mecanismo con el cual se garantiza la supervivencia de la línea aérea italiana.
El término de la conexión está directamente relacionado con la devolución de aviones que Alitalia tiene que realizar como resultado del término de contratos de arriendo que la línea aérea no va a renovar. A la salida de los cinco Airbus A321 en 2019, se agregan la de un ejemplar más de este modelo en marzo, dos A330-200 y un Boeing 777-300ER, obligando a la compañía a dar un mayor uso al resto de sus aviones. En vuelos de larga distancia, la salida de estos aparatos implicaría un mayor uso de los 777-200ER.
A lo anterior, también se suma un componente de demanda y los resultados que daría la ruta. De existir un balance más favorable de la operación, las rutas a Santiago y Seúl probablemente se mantendrían sin alteraciones, o en caso contrario con un menor volumen de frecuencias. En ese contexto, el escenario chileno actual pareciera no entregar un panorama auspicioso ante el aumento de incertidumbre en la situación país. De confirmarse la salida, Alitalia sería la primera aerolínea que abandona el mercado aéreo chileno tras la crisis política-social de octubre 2019.
Alitalia continúa su enfoque en potenciar rutas intercontinentales que le entreguen retornos. Para junio de este año, está previsto la apertura del vuelo Roma – San Francisco, obligando a utilizar más la flota 777-200ER. Según su último reporte operacional, este segmento impulsa los ingresos por pasajeros en 2019 con un aumento de 1,7% con una mejora de 5,3% en comparación con 2018 y de 14,7% respecto a 2017. No obstante, no entregan detalles por ruta.
Los sindicatos de la compañía critican la decisión de la administración de Alitalia por propiciar la pérdida de participación de mercado en segmentos donde la compañía crece. En ese sentido, califican la medida como contraproducente e instan a reconsiderar la devolución de aviones a “toda costa” porque temen que una vez que se regresen no se van a volver a incorporar. Para el 25 de febrero, se anuncia medidas de fuerza con una huelga en el transporte aéreo italiano.
La ruta Roma – Santiago inaugurada en 2016 forma parte de la expansión intercontinental de Alitalia bajo la administración de Etihad Airways. La operación estaba por factores culturales y geográficos reflejado en la presencia de la comunidad italiana residente en Chile, además de las relaciones económicas entre Chile e Italia. Según datos de la Junta Aeronáutica Civil (JAC), Alitalia transportó en 2019 un total de 119.887 pasajeros, lo que representa una disminución de 1,5% respecto a la cantidad de personas transportadas en 2018.