Días pasados, un pasajero bastante peculiar sorprendió al resto de los viajeros de un vuelo de American Airlines. Se trató de un caballo miniatura de nombre Fred, un animal de compañía que junto con su propietaria, empezó su trayecto en St Louis y fue hasta Ontario vía Dallas, y lo hizo nada más y nada menos que en business class de un Boeing 737-800.
La gran mayoría de las compañías aéreas del mundo admiten mascotas o animales vivos varios en las bodegas de carga de las aeronaves, siendo solo algunas las que permiten que éstos viajen en la cabina de pasajeros, entre ellas las estadounidenses.
Fox News publicó que la entrenadora de Fred mencionó cuanto sigue:
“Fred vive en casa conmigo, y ahora hasta está entrenado para usar una caja de arena gigante. Está mejor educado que la mayoría de los perros, inclusive que algunos niños. Pasé un año de mi vida entrenando a este caballo y está completamente preparado para todo”.

Tiempo atrás, llamó la atención la presencia de un pavo, que como mascota de acompañamiento emocional de un pasajero, viajó en un vuelo de Delta dentro de territorio estadounidense.
No obstante, el Departamento de Transporte (DOS) propuso la prohibición del transporte de animales que no sean perros, gatos pequeños y otros, a bordo de las cabinas de aviones comerciales, a causa del incremento de animales no entrenados que generan problemas a bordo. La normativa aún no fue tratada.