En la cultura popular se dice que los gatos tienen hasta siete, inclusive nueve vidas siendo el siete un número considerado de la suerte desde las épocas de los faraones que creían que este animal era sagrado. Pero probablemente la estatal Alitalia supere esto ampliamente si hablamos de suerte, ya que desde 2017 se encuentra en proceso de quiebra y a pesar de las innumerables ocasiones que se dijo que eran sus últimos días, hasta hoy aún sigue volando.

Aunque al parecer la suerte ya se cansó de Alitalia y le avisó que solo le quedan dos semanas de “vida”, específicamente hasta el 18 de marzo; fecha en la cual las partes interesadas en hacerse con la aerolínea deben presentar las ofertas por la compra completa o parte del negocio de la empresa dividida en aviación comercial, carga y mantenimiento. Actualmente, el gerenciamiento de la aerolínea está bajo el control de la administración de quiebras de Giuseppe Leogrande.
Recientemente con la intención de prolongar la vida hasta que aparezca un comprador, el gobierno inyectó más de 1.300 millones de euros a la aerolínea que nunca supo quitarle provecho, de hecho hace casi dos décadas que Alitalia no genera lucro llevando incluso a enardecer el enojo de una sociedad que no está dispuesta a seguir manteniendo con sus impuestos a una aerolínea en falencia.
En el pasado, la alemana Lufthansa y Easyjet habían mostrado interés en quedarse con la aerolínea, pero el nuevo gobierno suspendió la intención de venderla debido a que querían estudiar la viabilidad de entregar todo el poder a empresas extranjeras, dejando escapar probablemente la única oportunidad de poder salvar a la firma.