Ante el brote del COVID-19, que tiene en vilo a todos los países del mundo, una de las profesiones más elegantes por así decirlo, decide regresar a sus más antiguas raíces para hacer frente a la enfermedad si así fuese necesario. Eso es lo que está ocurriendo en Suecia y Dinamarca, en donde las tripulaciones de cabina, ahora en tierra, están tomando clases de enfermería para poder colaborar con las tareas del sistema de salud escandinavo, afectado por miles de casos de Coronavirus.

Las aerolíneas suecas y danesas despidieron temporalmente a 10.000 empleados, casi el 90% de su fuerza laboral este mes para reducir costos y evitar el cierre tras la caída en los viajes aéreos debido a la pandemia y los cierres de fronteras relacionados. Dado que el sistema de atención médica de Estocolmo necesita refuerzos a medida que aumentan los casos, el Hospital Universitario de Sophiahemmet está enseñando habilidades a las tripulaciones de cabina, como esterilizar equipos, hacer camas de hospital y proporcionar información a los pacientes y sus familiares. Los primeros estudiantes deben completar el curso hoy y la respuesta ha sido abrumadora.
Suecia tiene alrededor de 4.500 casos confirmados del virus y 180 muertes, con la capital especialmente afectada. Los funcionarios de atención médica en Estocolmo se apresuraron para establecer un hospital temporal en un centro de convenciones y advirtieron sobre la falta de personal y equipo de seguridad para enfrentar la crisis.