Por Omar Maldonado, Director de Aviación de Soma Software
Como en toda situación de crisis, se avecinan cambios trascendentales, sobre todo en la industria de la aviación.
Me gusta la definición de crisis que hace ISO22301: “Una situación con un alto nivel de incertidumbre que afecta las actividades básicas y/o la credibilidad de la organización y requiere medidas urgentes”.
Cualquier evento inesperado de carácter catastrófico, como sucedió por ejemplo con el ataque terrorista a las Torres Gemelas y los lamentables accidentes de dos 737 MAX 8 de las aerolíneas Lion Air y Ethiopian Airlines, puede impactar las finanzas, las personas, la supervivencia de empresas e incluso áreas de negocio. En el caso de los ataques terroristas a las Torres Gemelas, vimos como las aerolíneas tuvieron que intensificar a partir de ese evento los controles de seguridad entre los pasajeros y en el caso del 737 MAX 8, se tuvo que imponer mayores controles ante el lanzamiento de nuevos modelos y tecnologías para las aeronaves.
Ahora con la situación que vivimos ante la propagación del Coronavirus, vemos el efecto devastador en las áreas de negocios asociadas al transporte por la caída estrepitosa de pasajeros, debido al miedo a contraer el virus y la restricción de conexiones por los cierres de fronteras.
Algunas de las medidas que se han tomado para afrontar la situación son la suspensión de los cargos por cambio y cancelación de vuelos, así como tarifas más bajas. Pero veremos en el corto plazo como la industria deberá abordar cambios para garantizar la seguridad de los pasajeros ante el contagio de enfermedades.
Tendremos un pasajero que estará más atento a las medidas de higiene de las aerolíneas y tomarán esto muy en cuenta para seleccionar la empresa con la cual viajarán. Seguramente las autoridades sanitarias y gubernamentales también impondrán medidas en este sentido.
Toda empresa que desee garantizar su supervivencia tendrá que tener filtros de aire que limpien continuamente el aire de cabina, realizar limpieza profunda con productos desinfectantes de grado hospitalario con actividad microbiana de amplio espectro, realizar modificaciones en el servicio de comida y ofrecer la misma en porciones individuales y no nos sorprenderá, que al momento de viajar empiecen a tomar la temperatura de los pasajeros o se implemente alguna medida para evitar que se suban personas enfermas a los aviones.
De lo que también estoy seguro es que saldremos fortalecidos de esta difícil circunstancia con aeronaves aún más seguras, también con un gran aprendizaje, porque para superar este desafío necesitaremos ser innovadores, flexibles para actuar con rapidez y encontrar soluciones que conjuguen los recursos de gobiernos, la sociedad y el sector privado. Amanecerá, y veremos.