Gol Linhas Aéreas muestra flexibilidad de reducir su flota de 130 Boeing 737 a 100, al permitir que expiren los contratos de alquiler, según mencionaron sus ejecutivos mientras discutían los pasos a seguir para enfrentar el impacto de la pandemia del COVID-19.
La aerolínea brasileña está operando solo alrededor de 50 vuelos diarios con 10 aeronaves dentro del vecino país, habiendo suspendido al menos hasta el 30 de junio toda su red internacional, como consecuencia de las restricciones de viajes en Sudamérica y la abrupta caída de la demanda.

Sin considerar esta crisis, Gol de hecho ya presentaba dificultades económicas en los ejercicios pasados, por lo que la situación actual la llevaría a negociar una posible línea de crédito de 3 mil millones de reales (unos 570 millones de dólares) del Banco Nacional de Desarrollo de Brasil (BNDES) para garantizar su supervivencia.
El presidente ejecutivo de Gol, Paulo Kakinoff, declaró que la malla de la empresa se redujo radicalmente y se aplicó un recorte de costos al máximo posible, contemplando la nómina de personal a la mitad con unos 5.400 trabajadores haciendo uso de una licencia no remunerada. Asimismo, difirió los pagos de arrendamiento de aviones con un periodo de gracias de seis meses.
Las medidas implementadas han reducido el gasto en casi la mitad, a unos 350 millones de reales (67 millones de dólares); a pesar de ello, los ingresos son mínimos para compensar la baja, y no se avizora una mejora en el corto plazo.