La pandemia del COVID-19 está causando estragos nunca antes vistos en la historia de la aviación moderna; incluso aquellos días pos atentados del 11 de setiembre de 2001 resultan insuficientes para dimensionar las pérdidas que está generando por día a las grandes aerolíneas alrededor del mundo, debido a que prácticamente la totalidad de sus aviones se encuentran en tierra o volando semivacíos.

En los Estados Unidos, las tres grandes aerolíneas han llevado a cabo un plan de contingencia para evitar lo menos posible perder dinero durante esta crisis sanitaria. American Airlines, por ejemplo, no tuvo otra opción más que retirar de su flota a nada más y nada menos que 170 aeronaves, eliminando así 4 tipos de modelos que a pesar de tener sus días contados ya con antelación, la pandemia terminó por acelerar los procesos.

United es otra de las gigantes que ha cortado más de 85% de sus rutas internacionales dejando en tierra a cientos de sus aviones en los diferentes aeropuertos en todo Estados Unidos, pero lo más preocupante es que está perdiendo 100 millones de dólares por día reduciendo sus ingresos en más del 90%, por lo cual estima que durante este periodo su facturación será de 1.300 millones de dólares menos versus 2019.

Por su parte, Delta se posiciona un poco mejor que su contrincante United, ya que según cálculos, estaría perdiendo 60 millones de dólares por día. Probablemente entre las tres grandes norteamericanas, Delta es la que mejor está enfrentando esta crisis; primero decidió dejar a casi 600 aviones de sus más de 900 que componen su flota; segundo, redujo la cantidad de vuelos en unos 115.000; tercero, probablemente la más importante, sus empleados han respondido de forma masiva a la carta que recibieron de Ed Bastian, su CEO, y más de 30.000 de ellos han aceptado tomarse unas vacaciones largas no remuneradas para así poder contribuir a ayudar a sobrevivir a la firma. Por algo, Delta se jacta de tener a los mejores colaboradores del mundo.

Aunque cada línea aérea esté enfrentando de diferente forma esta crisis, lo cierto es que las tres se acogerán al la “Ley de Ayuda, Alivio y Seguridad Económica de Coronavirus”, también conocida como Ley CARES, un proyecto impulsado por el gobierno de los EE.UU. para ayudar económicamente al sector más afectado, la aviación.