Unos 607 millones de pasajeros dejarían de viajar en la primera mitad de este año en aerolíneas de todo el mundo, según pronostica la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), como consecuencia de las restricciones impuestas dada la crisis del COVID-19.
De manera ligada, las líneas aéreas ofertarían un 58% menos de asientos respecto al mismo periodo de 2019, lo que haría que dejaran de percibir unos 135 mil millones de dólares americanos en beneficios.
Mientras que la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), considera que el saldo rojo en las líneas aéreas del planeta superaría los 300 mil millones de dólares, pero ambas coinciden en que los números podrían quedar cortos si el panorama continúa.
Al analizar por región, sin excepción, las bajas son enormes, siendo América Latina y África las zonas “menos” afectadas, perdiendo “solo” entre el 45% y 60% de su capacidad, respectivamente.
En caso de que la penalización cuasi-total de viajes se prolongara hasta julio, OACI prevé pasivos de 35 a 40 millones de dólares al mes para la industria.