Se espera que South African Airways sea reemplazada por una nueva “aerolínea económicamente viable y competitiva”, debido a que la pandemia del COVID-19 parece reclamar otra compañía estatal en la nación africana.
A SAA se le ha negado cualquier financiamiento adicional por parte de su propietario gubernamental, que ahora trabajará con los sindicatos en la creación de una nueva línea aérea a partir del proceso de rescate comercial, según informa Reuters.
La aerolínea sudafricana suspendió todos sus vuelos de pasajeros como consecuencia de la crisis del Coronavirus y planea despedir a toda su fuerza laboral, ofreciendo acuerdos de indemnización a los 4.700 empleados a fines de este mes después de que los administradores concluyeran que es poco probable el éxito de una transformación.
La gravísima coyuntura actual en el mundo entero es el último clavo en el ataúd para SAA, que estaba reduciendo rutas y considerando recortes de empleos incluso antes de que el brote obligara a la mayoría de las aerolíneas a dejar sus aviones en tierra.
South African Airways, que comenzó a operar en 1934, obtuvo ganancias por última vez en 2011. Desde entonces ha acumulado pérdidas por valor de 1.400 millones de dólares y se ha apalancado en rescates y acuerdos de deuda garantizados por el estado para seguir volando.
El equipo de administradores ahora buscará vender activos y recaudar efectivo para pagar a los acreedores.
SAA se encuentra entre varias compañías estatales que se han vuelto técnicamente insolventes sin asistencia financiera del gobierno sudafricano, luego de años de mala gestión y escándalos de corrupción.
La aerolínea ha tenido al menos nueve directores ejecutivos en la última década, obstaculizando los intentos de cambio, mientras que la responsabilidad del transportista pasó del Departamento de Empresas Públicas al Tesoro Nacional y viceversa.
El ministro de Finanzas de Sudáfrica, Tito Mboweni, ha abogado durante mucho tiempo por el cierre de los fondos para la aerolínea, y citó la quiebra de la aerolínea como una forma de ahorrar fondos a medida que el país lidia con las consecuencias de la pandemia del COVID-19.