La siempre épica disputa entre dos grandes fabricantes de aeronaves, hoy, a cinco meses de haber comenzado este año, sienten las enormes consecuencias que está ocasionando el COVID-19, una pandemia que azota todo a su paso, donde la aviación se convierte en una de las más golpeadas.
Centenares de aerolíneas han cancelado sus pedidos e importantes pérdidas financieras se dieron a lo largo de último trimestre de 2020. Tanto Boeing como Airbus han sepultado algunos de sus planes, aunque de forma protocolar siguen mostrando al mundo sus importantes “proyectos estrella”, pero lo cierto es que ya fueron encajonados hasta nuevo aviso.
Proyecto Boeing 797
La idea de gestar una nueva aeronave con miras a una fija competencia con el A321XLR de Airbus, es uno de los proyectos congelados del constructor de Seattle. Conocido como 797 de manera informal, se contemplaba crear un modelo para hasta 230 pasajeros que pueda volar entre 7.780 y 9.260 km en dos variantes. Pero la crisis del 737 MAX, que ya superó el año, y ante la inesperada pandemia, la firma busca otras maneras de paliar el vacío que dejó en su portafolio de productos el cese de producción del querido y exitoso 757.

A este estudio, reflotan ideas de aviones pasados, pero con conceptos diferentes, una de ellas es la de volver a producir el 767 para pasajeros, cuya línea cerró en 2014, pero que continúa hasta la actualidad en versiones de carga y de defensa.

Otra idea es la de “resucitar” el 757. Renacen teorías de un “757 MAX”, aeronave que según afirmó un portavoz de la compañía, se basaría en una cabina renovada y motores eficientes, para una reñida competencia con el avión de pasillo simple de Airbus.

Aviones eléctricos de Airbus
A pesar de formar parte de una estrategia futurista, el consorcio con sede en Toulouse, ya contaba desde 2017 con un programa junto con la Unión Europea con miras al 2050, cuando estimativamente prevían contar con un avión 100% amigable con el medio ambiente, el E-Fan X.

Pero ya en 2021, Airbus tenía pensado lanzar el prototipo para una presentación oficial, que ahora fue cancelada hasta tanto la industria vaya recuperándose de la caída.
Este híbrido se desarrolla en alianza con Rolls-Royce. El diseño es una adaptación del BAE146, y que junto con las turbinas Lycoming portarían motores eléctricos Siemens 2 MW.
En resumen, tanto Boeing como Airbus viven una gran incertidumbre y pusieron freno en el acelerador, esperando mejores horizontes en el futuro para seguir liderando la aviación en el mundo.