En un mundo paralelo probablemente pensarías que es broma, pero desafortunadamente es la triste realidad que atraviesa toda la industria aeronáutica y con más fuerza Boeing.

Desde el año pasado, la Boeing viene atravesando por uno de sus peores momentos debido a la seguidilla de atrasos en el que debería ser su caballo de batalla, el 737 MAX. Solo en el mes que terminó, el constructor de Seattle entregó seis aviones, de los cuales cuatro corresponden al modelo 787, un 777 y un 737-800; totalizando así solo 56 unidades durante 2020, lo que equivale a una caída de 67% si se compara con el periodo anterior.
Sumado a la demora en la certificación del software definitivo para el 737 MAX, muchas aerolíneas empezaron a declinar de este modelo recibiendo así muchas cancelaciones. Solo en el mes, de febrero el fabricante norteamericano recibió 150 bajas, mientras que en marzo fueron 108. Para contrarrestar este devastador efecto, Boeing realizó un multimillonario préstamo para inyectar capital, como también tiene planeado despedir a 16 mil funcionarios.