Días pasados, el mandatario estadounidense notificó a los socios del Tratado de Cielos Abiertos, que su país se retira del mismo, luego de acusar a Rusia de violar el pacto.

El Tratado de Cielos Abiertos, es un acuerdo de casi tres décadas y en vigor desde el 2002, que permite a los estados miembros sobrevolar cualquier zona de los territorios de otros estados miembros y tomar fotografías desde el aire.
El ex presidente Dwight Eisenhower fue el primero en proponer que Estados Unidos y la entonces Unión Soviética permitieran vuelos de reconocimiento aéreo en sus respectivos territorios en julio de 1955. Moscú rechazó la idea, pero el ex presidente George H.W. Bush volvió a proponerla en mayo de 1989, y el tratado está vigente desde enero del 2002. Hasta el momento lo han ratificado 33 naciones.
El acuerdo del que forman parte Estados Unidos, Rusia, Canadá y casi toda la Unión Europea, incluida España, es uno de los esfuerzos de control internacional de armas más amplio realizado con el objetivo de promover la transparencia en las fuerzas y actividades militares.

Una aeronave Beriev A-50 y Sukhoi Su-27, ambas de la Fuerza Aérea Rusa, sobrevuelan la ciudad de Kaliningrado.
Trump ya viene quejándose desde hace tiempo contra su compañero euroasiático por violar tal acuerdo, esto a los efectos de impedir supervisar desde el aire los ejercicios militares rusos y no permitir los vuelos sobre ciudades donde EE.UU. cree que Rusia tiene armas nucleares.

Estados Unidos cree además que Rusia puede estar utilizando sus sobrevuelos para identificar infraestructuras del país que pueden ser vulnerables a ciberataques.
La retirada del país norteamericano ensombrece el futuro del único tratado de reducción de armas nucleares existente entre ambas superpotencias, el Nuevo START, que expira en 2021 y, pese a que Rusia ha propuesto renovarlo sin condiciones, Trump no parece estar dispuesto a prorrogarlo, lo que deja en alerta a todo el mundo.