El Covid-19 no perdona y deja no solo víctimas humanas, sino industrias completas, siendo la aviación uno de los negocios más golpeados.
Y es así que muchas aerolíneas agonizan, algunas ya cerraron sus alas o lo harán en el mediano plazo, y la situación afecta también a los aeropuertos, como en el caso de las tres terminales aéreas del área de Nueva York, que experimentan una caída del 97% del tráfico aéreo habitual versus el mismo periodo del año pasado, lo cual genera por supuesto, un desplome de la facturación por servicios aéreos que hace inviable sostener sus estructuras.

Por tal razón, los aeropuertos JFK y LaGuardia y Newark de New Jersey, han solicitado a la Autoridad Portuaria de los Estados Unidos un rescate financiero por 3.000 millones de dólares americanos.
Según publica la TSA, más de 500 de sus empleados federales han dado positivo al nuevo Coronavirus, registrando 207 casos positivos en los tres aeropuertos de Nueva York, con el John F. Kennedy a la cabeza.

La falta de ingresos pondrá en peligro los planes de expansión de infraestructura de los tres aeropuertos más importantes del área de Nueva York, crecimiento considerado de primera necesidad ante una recuperación económica futura, ya que aportan el 15% del PIB de los Estados Unidos. Al día de hoy la red de aeropuertos de Nueva York emplea a más de 8.000 personas.