Una de cal y otra de arena. En un solo día, Boeing anunció el despido de 12.300 colaboradores en los EE. UU., casi 10.000 de ellos del estado de Washington; y a la par, confirmó que reiniciará la producción de la familia 737 MAX, en el momento de mayor incertidumbre por el que jamás haya atravesado la industria de la aviación por la pandemia del Covid-19.
“Hoy, nuestro equipo en Renton, comenzó a calentar la línea de producción central de la planta”, dijo el CEO de Boeing Commercial Airplanes, Stan Deal, en un mensaje a sus empleados el miércoles por la tarde.
La flota global de 737 MAX está en tierra desde poco después del segundo accidente fatal de una unidad de Ethiopian Airlines en marzo de 2019, el segundo luego del de Lion Air en Indonesia cinco meses antes, con un número combinado de 346 personas personas fallecidas.

Aún con el grounded, la línea de ensamblaje del 737 MAX siguió activa hasta enero de este año, cuando se detuvo en vista que ya no había espacio físico en sus instalaciones, pues una vez terminados los aviones no podían ser entregados a sus propietarios ante la ausencia de una solución definitiva del software de comando de vuelo defectuoso, al que se atribuyen las dos tragedias, y que sigue siendo perfeccionado y probado para obtener primero la certificación de la FAA y posteriormente las de otros organismos reguladores.
A pesar de la cancelación de pedidos de varios clientes, Boeing tiene todavía una cartera de órdenes de alrededor de 3.800 737 MAX de las series 7, 8, 9 y 200. No en vano, representa aproximadamente la mitad de los ingresos de la división comercial del constructor de Seattle, actuando la familia 737 en sus diferentes generaciones desde fines de la década de 1960 como caballo de batalla de miles de líneas aéreas alrededor del mundo.

Boeing Commercial Airplanes planea incrementar la capacidad de su factoría a medida que la aviación vaya levantando cabeza, es decir, en consonancia con la demanda de sus clientes post Covid-19.
En los últimos tiempos, la reputación de Boeing fue manchada por problemas de calidad, incluidos por supuesto los 737 MAX. Se han hallado escombros (FOD) en los tanques de combustible de algunos aviones, así como un puñado de tornillos dentro de un ala de un MAX.