La pandemia del Covid-19 sigue causando grandes estragos a la aviación comercial a nivel mundial desde aquel primer día en que el virus cruzó las fronteras de China y se expandió a cada rincón de la tierra. La industria aeronáutica debió paralizar sus operaciones para evitar así una mayor expansión de la enfermedad.

Pese a que el mundo trata de despertarse de esta pesadilla, flexibilizando los viajes internacionales, el panorama sigue siendo muy oscuro para todas las aerolíneas sin excepción. Lufthansa, quien pese a recibir la promesa de ayuda por parte del gobierno alemán, planea despedir a casi 22.000 empleados para poder sortear el escenario adverso, ya que sin una reducción en sus costos, teme no poder lograr una reestructuración adecuada para seguir funcionando en un futuro cercano.

Mientras que para fines de este mes, Lufthansa cree que llegará a un acuerdo con los sindicatos, uno de ellos el de auxiliares de vuelo, quien ha enviado una carta a a cúpula directiva induciéndola a aceptar el rescate financiero otorgado por el la República de Alemania que permitiría preservar la mayor cantidad posible de puestos de trabajo. La ayuda, consistente en un paquete de rescate de hasta 9 mil millones de euros, fue aprobada el pasado mes por la canciller Angela Merkel.
Cuando el directorio de Lufthansa dé el visto bueno al mismo, el estado alemán pasará a ser dueña del 20% de la compañía, incluso llegando a más porcentaje dependiendo de las cláusulas estipuladas en el acuerdo. Aunque de momento, la directiva se niega a otorgar participación al gobierno germano.