El pasado domingo, un avión carguero Boeing 747-200 de la empresa Fly Pro, aterrizó en el aeropuerto internacional Hercílio Luz de Florianópolis, Brasil, llevando cargamento sanitario desde la lejana China. No solo llamó la atención la presencia de este clásico ‘Jumbo’ en tierras brasileñas, sino también la forma en la que lo hizo.

La aeronave con matrícula ER-BAT opera para la firma con base en Moldavia, Europa Oriental. El aterrizaje fue normal hasta el punto en donde los trenes principales tocaron suelo, pero lo curioso llegó segundos después, cuando los reversores se abrieron sin que aún el tren delantero haya tocado pista; la aeronave siguió delante por unos segundos con el morro levantado hasta que finalmente posó completamente sobre tierra, una técnica conocida como “Aerodynamic Braking”, que consiste en mantener la nariz del avión levantada durante el mayor tiempo posible para aumentar la resistencia del aparato por la fuerza del viento y así lograr desacelerar el avión.
En realidad, no se trata de un recurso normal (aunque es común ver especialmente entre los pilotos norteamericanos utilizar este tipo de aterrizaje), ya que los propios manuales de los fabricantes de aviones prohíben esta maniobra porque podría causar graves problemas en los trenes de aterrizajes como también para evitar el riesgo de “Tailstrike” causando inclusive daños estructurales a la aeronave.
Esta técnica no es recomendada por los fabricantes porque existen diversos sistemas en el avión que son proyectados y desarrollados para ser usados de manera correcta, por lo que una maniobra fuera de padrón podría causar fallos en esos sistemas, como lo explica Lito Sousa en su canal de “Aviões e Músicas”.