La pista 10 del aeropuerto de Taipei-Songshan, fue escenario de la avería del sistema de frenado de un Airbus A330-300 con matrícula B-18302 de China Airlines que cubría el vuelo CI 202 entre Shanghai y Taipei.
La aproximación y el aterrizaje ocurrieron normalmente, sin embargo, por una razón aún desconocida, las tres computadoras principales de vuelo, los inversores y los sistemas de freno automático fallaron, lo que limitó en gran medida la capacidad de detenimiento de la aeronave.

Estos aviones poseen tres sistemas de frenado, uno PRIM (primario), y dos SEC (secundarios). Si todos fallasen, se debería aplicar manualmente el comando. Los pilotos de la firma, lograron ganar resistencia y perder potencia a sólo 10 metros del final de la pista.
El percance no estuvo a favor de la tripulación por presencia de lluvia sobre la terminal aérea, pero con una suerte al evitar una excursión u otros hechos.
El avión fue empujado por un tractor remolcador hasta la plataforma de la terminal con todos los pasajeros a salvo.