El sector turístico global probablemente ha sido el mas afectado por la pandemia del Covid-19; agencias de viajes, operadores mayoristas, guías, transportistas, aerolíneas y varios otros proveedores directa o indirectamente involucrados en el servicio turístico.
En Paraguay, según Registur, solo en el sector de Agencias y Operadores de viajes, se cuentan un total de 616 empresas registradas, que emplean (o empleaban) miles de personas, en su mayoría jefas/es de hogar. Esto sin contar a otros proveedores que hacen parte del servicio turístico.
Miles de personas y empresas que de un día para el otro se encontraron con ingresos cero, debiendo estas últimas recurrir al Cese de Labores de casi la totalidad de sus funcionarios; de la misma forma, cientos de empleados de agencias y operadores fueron liquidados debido a la situación. Es así como en el probablemente peor momento de la historia mundial, miles de paraguayos se han quedado sin ingresos y en el peor de los casos sin empleo.
Debido a que no se avisora una pronta recuperación del sector es que el Gobierno Nacional debe plantear alternativas que puedan ayudar a este sector tan golpeado y tan olvidado estudiando un plan de Emergencia económica, productiva, financiera, fiscal y laboral del Sector Turístico, que signifique un verdadero Socorro a las Agencias y Operadores de Viajes como a sus empleados.
De la misma forma en que las Empresas de Turismo no pueden responder por sus empleados, éstos últimos no pueden responder por sus obligaciones, ni fiscales, ni crediticias o simplemente cubrir gastos de necesidad básica como alimentación y vivienda. Ya están venciendo las excepciones otorgadas por la Ley de Emergencia para cumplir obligaciones con acreedores. Necesitamos que la Ley de Emergencia Turística asegure las ayudas para pagar salarios durante todo el tiempo que dure la emergencia, o como mínimo hasta fin de año.
De la misma forma, necesitamos que dicha ley contemple distintos beneficios fiscales tanto para las empresas como para los empleados, en el especial en el IVA y el IRP, también un diferimiento de los pagos de esos tributos cuando vuelva la actividad turística.
Ya casi todos los rubros económicos están volviendo de a poco a la “normalidad”, pero como se mencionó antes, el turismo tiene muchas mas dificultades para que eso suceda, probablemente no antes de fin de año. Necesitamos que nuestros representantes en el gobierno puedan percibir que a pesar de que les parezca insignificante o poco relevante, el turismo da trabajo a una cantidad importante de personas en nuestro país, las mismas que en la mayoría de los casos son profesionales y/o llevan décadas trabajando en esto.
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