El viernes 7 de agosto pasado, los 158 pasajeros y tripulantes del vuelo SK4700 de Scandinavian Airlines (SAS), que partió de Niza, Francia a Oslo, Noruega, se vieron forzados a cumplir un confinamiento obligatorio de 10 días debido a que tan solo un minuto antes de que el Boeing 737-800 pisara suelo escandinavo, el gobierno del país nórdico incluyó a Francia como “zona roja” por su riesgo ante una elevada circulación de Covid-19.
El arribo del aparato con matrícula LN-RGG estaba previsto para las 00:10 del 7 de agosto; en vista que la cuarentena mandatoria aplicaba desde la medianoche de ese día, los pilotos hicieron lo humanamente posible para aterrizar al menos 11 minutos antes de horario, lo que no pudo ser, logrando hacerlo a las 00:01, es decir, 60 segundos después de aplicada la normativa.
Elisabeth Johansen, portavoz de del Ministerio de Salud de Noruega, declaró: “El cambio a la zona roja fue a partir de la medianoche, o sea, medianoche exactamente o un minuto después de la medianoche, por lo que estos pasajeros deben ser aislados“.
Junto con Francia, también Suiza, Mónaco y República Checa, forman parte del círculo de países incluidos por la nación europea a la “zona roja”, puesto que en ellos se presentan al menos 20 nuevos casos de coronavirus por cada 100.000 habitantes.