La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés), prevé que la recuperación del tráfico internacional de pasajeros que se manejaba en 2019, se dará recién en 2024, y en el doméstico en 2023. Cuando finalice 2020, se la caída total sería de alrededor del 55%.
El organismo pidió a los gobiernos de América Latina y el Caribe, que negocien con las aerolíneas y el sector aéreo en general con miras a una rápida reanudación de la industria, teniendo en cuenta la necesidad de los viajes como un servicio esencial para las comunidades, además de estar en juego en ella unos 4.1 millones de puestos de trabajo y US$ 98,000 millones del Producto Bruto Interno (PBI) incluido el turismo.
El vicepresidente de la IATA para el continente americano, Peter Cerdá, declaró que la diversidad de medidas que los países de la región están adoptando, y las distintas velocidades con las que están acometiendo la reactivación del sector, “hacen más difícil” la recuperación económica.
“Mientras que hay gobiernos que mantienen las fronteras cerradas, otros están lentamente empezando a levantar las restricciones. La preocupación es que muchos de los países con las mayores restricciones parecen tener mensajes contradictorios sobre la reapertura. Entendemos que la prioridad es la salud y que cinco de los diez países más afectados en estos momentos por la pandemia están en nuestra región. Pero necesitamos que los estados dialoguen con el sector para definir un claro camino para la reactivación de las operaciones“, dijo Cerdá.
Al hablar puntualmente por países, preocupa la situación de Argentina, puesto que la fecha para el reinicio era el 1 de setiembre, pero ello no ocurrirá. En Colombia tendría que haber sido igual, pero sin embargo, esa fecha se cumplirá solo ciertos vuelos domésticos, no así para los internacionales. Asimismo, Perú genera una alarma, al indicar su Ministro de Transporte que los viajes desde y hacia el exterior no se reanudarán antes de 2021. Con respecto a Panamá, Cerdá aprobó la reanudación de los servicios aéreos aunque sea de forma limitada y la autorización para que el aeropuerto de Tocumen sea utilizado para conexiones entre vuelos, pero advirtió que llevará tiempo hasta que esa nación pueda volver a jugar su papel como punto de conexión entre Norteamérica y Suramérica. IATA también consideró positivos los cambios sobre la cuarentena en Ecuador donde ahora, la confirmación de un resultado negativo en las pruebas de PCR realizadas a la llegada al país evita la necesidad de mantenerse en aislamiento durante dos semanas.
El directivo de la organización aérea terminó señalando que el sector no puede sobrevivir sin operaciones durante otros cinco meses y que lo que las líneas aéreas necesitan en la región son “Gobiernos que quieran trabajar con el sector para que la aviación pueda jugar su papel de reconstruir la economía”.