La Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA) comunicó que, en la ciudad de Vancouver, Canadá, culminó la serie de vuelos de prueba del Boeing 737 MAX, con miras a recertificarlo.
El aparato, un MAX 7, fue el mismo al que la FAA de los EE.UU. y Transport Canada sometieron a tests similares en los Estados Unidos y Canadá respectivamente.
La etapa siguiente del proceso implica una evaluación de la aeronave para su retorno a servicio comercial, es decir, el análisis de los datos e información adicional recopilada durante los vuelos en preparación para la Junta de Evaluación de Operaciones Conjuntas (JOEB); ellos se harán en las próximas semanas en Londres, Reino Unido.
“La EASA ha estado trabajando de manera constante, en estrecha cooperación con la FAA y Boeing, para devolver el 737 MAX a los cielos lo antes posible, pero eso solo sucederá una vez de que estemos convencidos de que es seguro”, declaró la EASA.