La aviación comercial atraviesa su peor momento en más de un siglo. El Covid-19 desvaneció la demanda de viajes y dejó miles de aviones en tierra alrededor del mundo. Aeronaves sin volar representan millones de dólares por día en pérdidas, por lo que no hay manera de sostener el negocio tal como lo conocíamos y, no existe compañía que no esté sufriendo los embates de la crisis.
Las líneas aéreas del mundo se ajustan los cinturones para intentar sortear la adversidad ante la ausencia de pasajeros y las restricciones que los países imponen a los vuelos regulares. Parte de esas estrategias implica el retiro de flotas, en algunos casos, el adelantamiento del proceso, como lo hará la alemana Lufthansa, que jubilará antes de tiempo a más de 100 de sus aparatos.

Según reporta Bloomberg, la firma germana dará de baja a algunos de sus 14 Airbus A380, así como la totalidad de sus A340 (43 unidades) y Boeing 747-400 (13 en servicio), todos ellos cuatrimotores, así como otros no revelados, totalizando más de 100 aeronaves; esto implicará además el cese de alrededor de 22.000 colaboradores.
Stephen Furlong, analista aeronáutica de Davy Stockbrokers, dijo: “El dilema ahora, como también lo evidencian Air France-KLM e IAG, parece ser deshacerse de inmediato de los aviones que no desea. Lufthansa también necesita reconfigurar su modelo de negocio que considere las caídas anticipadas a largo plazo en los viajes corporativos y la cantidad de pasajeros que toman vuelos de conexión a través de sus hubs.”

Lufthansa se encuentra inmersa en un agresivo plan de reestructuración como consecuencia de graves problemas financieros derivados de la pandemia de coronavirus, al punto de que el estado alemán inyectó más de 9.000 millones de euros para capitalizar la empresa y evitar así su bancarrota.