Informa Híbridos y Eléctricos, que Rolls-Royce anunció que ha completado las pruebas en tierra del motor que impulsará el que aspira a ser el avión eléctrico más rápido del mundo actualmente en desarrollo. La tecnología fue probada en ‘ionBird’, una réplica a gran escala del núcleo central de la aeronave, que incluye un motor eléctrico de 373 kW (500 CV), que formará parte de un sistema de propulsión con el que el constructor británico quiere superar la barrera de los 480 km/h, batiendo el récord del mundo de velocidad y convertir así al ‘Spirit of Innovation’ en el avión eléctrico más rápido del mundo, con tres motores eléctricos axiales de 750 kW (alrededor de 1.000 hp) para mover su hélice frontal.
El equipo ha probado todos y cada uno de los componentes del sistema, incluyendo la rotación de la hélice bajo las condiciones más duras, a una velocidad de hasta las 2.400 rpm. Para ello se ha empleado el paquete de baterías con la mayor densidad de potencia que jamás ha sido ensamblada para propulsar un avión, ya que sería capaz de abastecer las necesidades energéticas de 250 hogares. En su interior, se empaquetan más de 6.000 celdas dispuestas de tal manera que garantizan la máxima seguridad, el mínimo peso y la mejor protección térmica.

A plena potencia, durante el vuelo, la aeronave se desplazará a una velocidad de hasta 480 km/h (300 millas), estableciendo un nuevo récord mundial de velocidad para vuelos eléctricos. Desde el pasado mes de enero los pilotos del equipo de ingeniería y pruebas han dedicado mucho tiempo a la puesta a punto del ionBird. Muchas de estas horas de trabajo se han dedicado a optimizar el sistema y a desarrollar los procedimientos operativos para los vuelos eléctricos Los millones de datos generados por cada hora de funcionamiento, se analizan para mejorar el rendimiento.
El primer vuelo real está previsto para finales de este año, con la vista puesta en batir el actual récord mundial de velocidad de vuelo totalmente eléctrico a principios del próximo año, en el que Bremont actuará como cronometrador oficial. El fabricante británico de relojes de lujo también ha ayudado a mecanizar piezas en su planta de fabricación de Henley-on-Thames y ha colaborado en el desarrollo y diseño de la cabina del avión, que contará con un cronómetro especialmente preparado para el evento.

Este avión forma parte de la iniciativa ACCEL, un proyecto de demostración que tiene como objetivo la Aceleración de la Electrificación de los Vuelos con el que Rolls-Royce quiere impulsar la aviación sostenible. El proyecto involucra una gran cantidad de socios, incluido el fabricante de motores eléctricos YASA y la empresa de aviación Electroflight. Cuenta con financiación del gobierno británico, que aporta la mitad de los fondos a través del Instituto de Tecnología Aeroespacial (ATI), en asociación con el Departamento de Negocios, Energía y Estrategia Industrial e Innovate UK.
“Este proyecto nos garantiza el liderazgo en la electrificación del sector aeronáutico, que forma parte importante de nuestra estrategia de sostenibilidad”, ha declarado Rob Watson, director de Rolls-Royce Electrical.