Informa nuestro medio aliado Aviacionline, que nadie hubiese imaginado en marzo que la pandemia del nuevo coronavirus impactaría tan fuerte y prolongadamente sobre el mundo, y en particular sobre la industria aerocomercial.
En Argentina, el retorno de los vuelos regulares tuvo ribetes particulares. Fue el primer país del mundo en plantear un escenario a cinco meses, y aunque hubo varios intentos previos que quedaron en la nada, la fecha inicialmente impuesta de manera implícita, 1 de septiembre, pasó sin pena ni gloria mientras se discutían protocolos que en la misma región ya se venían aplicando con éxito desde julio.
Llegó octubre, y con la presión de ser el único país latinoamericano sin vuelos regulares domésticos y/o internacionales (con la triste excepción de Venezuela), se pretendió dejar listo el sistema aerocomercial en una semana, y por ende los resultados: vuelos cancelados a último momento; aerolíneas que no saben si podrán operar las rutas programadas; provincias que no tienen sus protocolos preparados y no saben si van a permitir o no los vuelos; en síntesis, pasajeros, empresas y empleados sumidos en la incertidumbre, justo lo que necesita una industria multimillonaria para volver a levantarse del peor momento de su historia.
Pero, al margen de las desprolijidades y la improvisación, hoy celebramos que a las 5:40 despegó desde el Aeropuerto Internacional de Ezeiza en Buenoa Aires, el primer vuelo regular en siete meses, el AR1470 de Aerolíneas Argentinas con destino a San Salvador de Jujuy.

El vuelo, operado en el Boeing 737-800 matrícula LV-FVO, aterrizó en el aeropuerto «Gdor. Horacio Guzmán» a las 7:39.

A este vuelo se le sumarán, en el plano doméstico, otros a Mendoza, Ushuaia y Tucumán. También estaban previstas operaciones hacia Corrientes, San Luis y Puerto Iguazú, las cuales fueron canceladas ayer por la tarde, víctimas de este regreso desordenado.
También operarán en Ezeiza una decena de vuelos internacionales bajo el esquema «especial», dado que a pesar de lo anunciado la semana pasada por el Ministerio de Transporte, todavía no se publicó la resolución para rehabilitar las operaciones regulares de ese segmento.
Hasta anoche ni Flybondi ni JetSMART tenían novedades sobre el estado de sus solicitudes para volver a volar, generando suspicacias respecto a cómo podría funcionar en la práctica este novedoso sistema a través del cual cada provincia tiene injerencias sobre las programaciones de vuelos, y por extensión, de la política aerocomercial argenrina postpandemia.