La mayor compañía de cargas del mundo no parece haber sido afectada por la crisis del Covid-19, ya que al contrario, estará necesitando 850 nuevos pilotos para volar sus aeronaves Boeing 767-300F y 777F desde dos nuevas bases: Anchorage, Alaska; y Oakland, California, ambas en la costa oeste de los Estados Unidos.
Además de sus nuevos contratos para miembros de tripulación, la firma apostará en Anchorage, esta primera por su excelente ubicación como puente aéreo entre el continente asiático y Norteamérica. Anchorage es la principal ciudad del estado de Alaska, en el extremo oeste del país, y se espera que la flota de 777F fije residencia en esta localidad.

Por otro lado, Oakland fue elegida por la empresa carguera para acomodar sus 767-300F, por resultar una ciudad atractiva con un aeropuerto con tasas más bajas y menos movimiento en comparación con otros de la zona.

FedEx, apostó a su expansión por la alta demanda que tuvo y sigue teniendo durante la pandemia debido a que un porcentaje de cargas se transportaba en aviones de pasajeros, lo cual durante el confinamiento fue prácticamente nulo, teniendo que estas cargas ser trasladadas entonces en aviones de carga. De hecho, los trimotores McDonnell Douglas DC-10F que ya habían sido jubilados, ahora están siendo reactivados para atender las necesidades del mundo.