Hoy 18 de noviembre, tras 611 días de veto, los aviones de la familia Boeing 737 MAX de las series -8 y -9 fueron recertificados por la FAA de los EE.UU. para volver a servicio comercial.
Steve Dickson, administrador de la autoridad aeronáutica norteamericana, firmó en la fecha el documento que otorga vía libre al controvertido 737 MAX para retomar sus operaciones de pasajeros. Esto ocurre como consecuencia de la culminación de un extenso proceso de revisión de seguridad integral y metódico que tardó 20 meses en completarse. Durante ese tiempo, colaboradores de la FAA trabajaron diligentemente para identificar y abordar los problemas de seguridad que jugaron papeles importantes en la trágica pérdida de 346 vidas a bordo de los vuelos 610 de Lion Air y 302 de Ethiopian Airlines en octubre de 2018 en Indonesia y marzo de 2019 en Etiopía respectivamente.
Declara la FAA, que a lo largo de este proceso transparente, cooperó estrechamente con sus contrapartes extranjeras en todos los aspectos para la vuelta al servicio de la aeronave. Además, Dickson lideró personalmente el entrenamiento de pilotos recomendado y comandó un 737 MAX, para así experimentar el comportamiento del avión de primera mano.

“Nunca olvidaremos las vidas perdidas en los dos horribles accidentes que llevaron a la decisión de suspender las operaciones”, dijo David Calhoun, director ejecutivo de Boeing. “Estos eventos y las lecciones que hemos aprendido como resultado han remodelado nuestra empresa y han centrado aún más nuestra atención en los valores fundamentales de seguridad, calidad e integridad”.
Adicional a dejar sin efecto la orden que almacenar en tierra la flota 737 MAX, la FAA publicó una Directiva de Aeronavegabilidad (DA), que especifica los cambios de diseño que deben realizarse antes de que el avión retorne a los cielos, así como una Notificación de Aeronavegabilidad Continua a la Comunidad Internacional (CANIC) y los nuevos requisitos del programa de entrenamiento, por lo que estos equipos no podrán ser ingresados a la programación de las aerolíneas de forma inmediata. La FAA debe aprobar las revisiones del programa de entrenamiento de pilotos del 737 MAX para cada compañía estadounidense que opere los MAX y conservará su autoridad para emitir certificados de aeronavegabilidad y certificados de exportación de aeronavegabilidad para todos los 737 MAX nuevos fabricados a partir de marzo de 2019, cuando se decretó la prohibición de uso. Las líneas aéreas que han estacionado sus MAX necesitan tomar los pasos de mantenimiento necesarios para prepararlos para su reentrada a servicio.
El diseño y la certificación de la aeronave incluyeron niveles sin precedentes de revisiones colaborativas e independientes por parte de autoridades colegas de aviación de todo el mundo. Los reguladores han indicado que los cambios de diseño de Boeing, junto con los procedimientos para las tripulaciones y las mejoras en las capacitaciones, devolverán la confianza para revalidar la aeronave como segura para volar en los países de origen de sus clientes. Después del regreso, la FAA continuará trabajando en estrecha colaboración con los socios de aviación civil extranjeros para evaluar cualquier potencial mejora adicional en el avión. La agencia también llevará a cabo la misma supervisión de seguridad operativa rigurosa y continua del MAX para toda la flota comercial de los EE.UU.

Boeing celebra la decisión de la FAA y aporta que más allá de los cambios introducidos en el avión y en la formación de pilotos, la empresa ha dado tres pasos importantes para fortalecer su enfoque en la seguridad y en la calidad.
- Alineación organizacional: más de 50.000 ingenieros se han agrupado en una sola organización que incluye una nueva unidad de seguridad de productos y servicios, unificando las responsabilidades de esta índole en toda la corporación.
- Enfoque cultural: se ha empoderado aún más a los ingenieros para mejorar la seguridad y la calidad. Boeing está identificando, diagnosticando y resolviendo inconveniencias con un mayor nivel de transparencia e inmediatez.
- Mejoras en los procesos: al adoptar procesos de diseño de próxima generación, la empresa permite niveles de calidad inicial más afinados.