En el mundo, más de 2.000 aviones de pasajeros están siendo usados para transportar carga de forma improvisada o con una preparación temporal para llevar a cabo estas misiones; esto a consecuencia del desplome en la caída de pasajeros transportados producto de las restricciones de viajes por Covid-19 y ante el incremento de la demanda logística.
La estrategia se convirtió en una tabla de salvación para muchas aerolíneas, que de esta manera logran parcialmente contener las multimillonarias pérdidas que la pandemia genera en sus finanzas.

Según un informe de la estadounidense Boeing, alrededor de 200 líneas aéreas de pasajeros están hoy funcionando únicamente como cargueras, atendiendo así las cadenas de suministro alrededor del globo. El fabricante aeronáutico estima que existe una oportunidad en el negocio de mercancías, pronosticando que harán falta 2.430 cargueros adicionales en los próximos 20 años, necesidad que se cubrirá con 930 nuevos aparatos y otros 1.500 convertidos a partir de aviones de pasajeros.
Según sus previsiones, el tráfico aéreo de mercancías crecerá un 4% anual en los próximas dos décadas. Este incremento estaría motivado por la actividad comercial y el aumento de los envíos urgentes por el auge del comercio electrónico. Con esta tendencia, la flota global de cargueros aumentará más del 60% de aquí a 2039.