Se ha revelado un nuevo informe emitido por el Senado de los Estados Unidos, en el que se citan aspectos de la supervisión de seguridad en el proceso de recertificación del 737 MAX de Boeing, con críticas hacia la FAA y al constructor de la aeronave.
El responsable del reporte es el Comité de Comercio, quien indica que Boeing influyó de forma inapropiada en los pilotos testers de la FAA que llevaron a cabo las tareas de pruebas de simulación de factor humano en relación con los tiempos de reacción de las tripulaciones si se presentara una falla en el Sistema de Aumento de Características de Maniobra (MCAS, por sus siglas en inglés), al cual se le atribuye en gran medida las dos tragedias con pérdida total de vidas en octubre de 2018 con Lion Air y en marzo de 2019 con Ethiopian Airlines, los que derivaron en el grounded de la flota global de este tipo de aeronaves.
El fabricante estadounidense Boeing no emitió ninguna declaración específica respecto a la acusación puntual, pero si lo hizo de forma genérica.
“Nos tomamos en serio los hallazgos del Comité y continuamos revisando el informe en su totalidad”, dijo Boeing en un escueto texto.

El documento señala con fuerza que varias decisiones de la FAA fueron inadecuadas o insuficientes y que potencialmente pudieron derivar en el visto bueno precipitado para el retorno del avión a servicio comercial.
El Comité argumenta que: “La investigación reveló que estas tendencias a menudo iban acompañadas de represalias contra quienes informan violaciones de seguridad y una falta de supervisión efectiva, lo que resulta en una cultura de gestión de seguridad fallida de la FAA”.
Adicionalmente, la denuncia aporta que, directivos de la FAA no se responsabilizan de la ausencia de capacitación de estándares de vuelo adecuados; asimismo, el organismo toma represalias contra los denunciantes en lugar de recibir sus revelaciones de interés para la seguridad aérea.
El presidente del Comité Roger Wicker se quejó específicamente de que la Oficina del Asesor Jurídico del Departamento de Transporte no presentó los documentos pertinentes, no respondiendo a por lo menos 15 solicitudes de data y no estando disponibles los empleados clave para ser entrevistados. El informe también afirmó que las cabezas de la FAA pudieron haber obstaculizado una revisión exhaustiva de los accidentes del 737 MAX realizadas por la Oficina del Inspector General del departamento.
La FAA levantó el veto de vuelo sobre la familia 737 MAX de Boeing el pasado 18 de noviembre, siguiendo luego el mismo paso la ANAC de Brasil, al punto de que ya Gol se convirtió en el primer usuario del mundo en volver a volar con estos aviones. Aeroméxico y American Airlines, por su parte, restablecerán el uso de estos aparatos desde antes de fin de año.
