El fabricante aeroespacial Boeing, acordó con el Departamento de Justicia de los EE.UU., el cierre definitivo del caso penal sobre su injerencia en el proceso de certificación del avión 737 MAX por parte de la FAA, la autoridad aeronáutica norteamericana.
Según se extrae del documento oficial, el enjuiciamiento a Boeing se demorará tres años, siempre que el constructor salde ciertas obligaciones estipuladas, y posterior a dicho periodo de tiempo, se retirarán los cargos en su contra bajo la figura de Acuerdo de Enjuiciamiento Diferido.
Las condiciones que se destacan son, el pago de una multa de 243,6 millones de dólares, otro pago de 500 millones de dólares a ser destinados a indemnizar a las familias de las 346 víctimas que perecieron en los dos accidentes con 737 MAX, así como la multimillonaria suma de 1.770 millones de la misma moneda para resarcir a las aerolíneas usuarias del 737 MAX que se vieron y siguen afectadas por la puesta en tierra de la flota global de estas aeronaves.

En una misiva, Boeing indica lo siguiente:
“El acuerdo tiene raíz en la conducta de dos ex colaboradores de Boeing y su omisión intencional de comunicar al Grupo de Evaluación de Aeronaves (AEG) de la FAA, responsable de tomar las determinaciones de entrenamiento de pilotos, sobre los cambios en el Maneuvering Characteristics Augmentation System (MCAS)”.
“Como consecuencia de esta situación, el acuerdo establece que la FAA no estaba completamente informada sobre el rango operativo ampliado del MCAS cuando tomó sus determinaciones de entrenamiento para el avión. Si bien se centra en la conducta de estos dos ex empleados, el texto reconoce que otros funcionarios de Boeing informaron a auditores y dependencias de la FAA sobre el rango operativo ampliado de MCAS en relación con la certificación del 737 MAX”.
“Los trágicos accidentes del vuelo 610 de Lion Air en octubre de 2018 y 302 de Ethiopian Airlines en marzo de 2019, revelaron la conducta fraudulenta y engañosa de los empleados de uno de los principales fabricantes de aviones del mundo”, dijo el fiscal general adjunto interino David P. Burns de la División Penal del Departamento de Justicia de los EE.UU. “Los colaboradores de Boeing priorizaron las ganancias por sobre la seguridad al ocultar información vital del 737 MAX a la FAA. Esta resolución responsabiliza a Boeing por la práctica criminal de sus empleados, aborda el impacto financiero para las aerolíneas clientes de Boeing y, con suerte, proporciona alguna compensación a las familias y beneficiarios de las dos víctimas de las dos tragedias”.
Mientras tanto, David Calhoun, CEO de The Boeing Company, declaró: “Firmar esta resolución es lo que corresponde para nuestra empresa, es un paso que reconoce que no cumplimos con nuestros valores y pilares. Se trata de un serio recordatorio para todos nosotros de cuán crítica es nuestra obligación de transparencia con los reguladores y las consecuencias que nuestra compañía puede enfrentar si alguno de nosotros no cumple con lo que debe”.