La deteriorada situación por la que atravesaba Norwegian desde 2019, la que la hizo iniciar un proceso de reestructuración, fue agudizada por la pandemia de Covid-19, y hoy alcanzó un nuevo punto de inflexión al anunciar la compañía que abandonará todas sus rutas de largo recorrido.
Norwegian dice que se centrará en su red europea, retirando de flota sus Boeing 787 Dreamliner. Servicios de Escandinavia (Oslo, Copenhague y Estocolmo) y otras bases en el viejo mundo (París, Roma, Londres y Madrid) a ciudades estadounidenses como Nueva York, Boston, Fort Lauderdale, Los Ángeles y San Francisco, o hacia Buenos Aires, Argentina, ya no se restablecerán.
Entre otras medidas de emergencia para paliar el déficit, el plan presentado a la Bolsa de Oslo, refleja que la empresa nórdica activará unas 50 aeronaves de las familias 737 de Boeing y A320 de Airbus este año, para sumar otras 20 en 2022. Norwegian pretende reducir su deuda, de los 7.870 millones de dólares a unos 2.350 millones de la misma moneda, mediante la combinación de una emisión de derechos a los accionistas, colocación privada e instrumento híbrido.

El consejero delegado de Norwegian, Jacob Schram, dijo: “Nuestra red de vuelos de corto radio siempre ha sido la columna vertebral de Norwegian y formará la base de un resistente modelo de negocio en el futuro. Me complace presentar hoy un sólido plan de negocio, que proporcionará un renacer a la empresa. Al centrar nuestra operación en una red de corto radio, nuestro objetivo es atraer a inversores nuevos, servir a nuestros clientes y respaldar la infraestructura y la industria del transporte y el turismo en Noruega, los países nórdicos y Europa”.
La compañía no espera que la demanda de rutas largas se recupere en mucho tiempo, por lo que, a modo de salvaguardar los intereses de la firma, se buscarán los nichos de mercado a los cuales atender.
Con la disolución de varias bases europeas y la de los EE.UU., unos 2.000 colaboradores serán cesados. De hecho, ya algunas filiales del grupo en Irlanda y Noruega, habían presentado solicitudes de protección judicial o cierre, estas últimas afectando a Gran Bretaña y España.
Norwegian está abierta a seguir negociando la inyección de capital mediante la captación de inversores.