Si, leíste bien; el último 787 Dreamliner a ser producido en la mítica fábrica de Seattle en Everett, acaba de salir por la compuerta grande. Durante muchos años desde ella se despacharon hacia el mundo incontable cantidad de aviones que fueron ganando los cielos con los diversos colores de las aerolíneas que confiaron en el gigante fabricante Boeing. Pero ayer, como un día histórico y preludio de un final, sus puertas fueron testigos del último 787.
Así, el último 787 en abandonar las instalaciones de Everett fue el que porta el número de producción 1095 con serial 66524, perteneciente a la japonesa All Nippon Airways (ANA), según lo ha reportado la cuenta de Twitter de Mattcawby; aunque en la imagen se puede observar al fondo otro 787 para Japan Airlines (JAL), que tuvo que retornar a las instalaciones para reparaciones pendientes. Casualmente, ANA también fue el primer cliente en recibir un 787-8 el 26 de setiembre de 2011.

Desde ahora en adelante, la producción de la familia 787 Dreamliner se centralizará en las instalaciones de North Charleston, Carolina del Sur. Con respecto a esto, el fabricante emitió el siguiente comunicado:
“Nuestros compañeros de equipo de Everett que trabajan en el 787 han jugado un papel fundamental en el éxito del programa desde el principio”.
De la planta de Everett, Washington, considerada como la factoría techada más grande del mundo, han salido los últimos ejemplares de varias familias de aviones: 747, 767, 777 y ahora el 787. Como lo habíamos publicado anteriormente en esta nota, con la producción del último 747 carguero en 2022, el icónico edificio podría quedar vacío debido a la crisis del Covid-19 que azota a la aviación mundial.