Este mes, el aeropuerto internacional Dallas / Fort Worth (DFW), en Texas, EE.UU., celebra 40 años como centro de conexiones de American Airlines. La terminal aérea había servido a la compañía desde 1930, pero fue en 1981 cuando AA designó a DFW como su principal Hub. A partir de ese momento, la presencia de American Airlines en el aeropuerto se ha incrementado considerablemente, convirtiéndose en la aerolínea más grande de los Estados Unidos con base allí.
Tras la mudanza de “su casa” de Nueva York a Dallas, American pasó de 128 a 218 vuelos diarios y de 47 a 59 destinos originados en DFW.
En la actualidad, American Airlines opera la impresionante cantidad de 870 servicios diarios desde el aeropuerto internacional de Dallas Fort Worth, representando el 88% de los pasajeros que llegan o transitan por DFW. Mientras que competidores como Delta y United han reducido significativamente su presencia en dicho aeropuerto, American la ha duplicado.
La residencia de American Airlines también ha contribuido a atraer a otros socios de la alianza oneworld con vuelos directos a DFW, como British Airways, Qatar Airways, Qantas y Japan Airlines. Esto ha sido un gran impulso para el aeropuerto, que registró un tráfico récord de 75 millones de pasajeros en 2019, un 25% más que hace solo dos décadas.
A medida que la aerolínea emerge de la pandemia, está programando rápidamente nuevas rutas a países lejanos como Nueva Zelanda, así como a destinos nacionales varios. De hecho, la firma ha reafirmado que DFW es pieza clave para seguir siendo competitiva en el futuro.
Una de las razones del continuo éxito de American Airlines en Dallas Fort Worth ha sido el tamaño del aeropuerto. Con una extensión de más de 17,000 hectáreas, 7 pistas y 5 terminales, es más grande que la isla de Manhattan. Es por eso que el Hub de American Airlines ha podido albergar nuevas terminales, hangares de mantenimiento y otras instalaciones importantes.