Un hecho bien insólito ocurrió la pasada semana en Lomé, Togo, tras el aterrizaje de un 787-8 Dreamliner de Ethiopian Airlines, tras ser impactado por un rayo en pleno vuelo. La aeronave aterrizó sin ningún problema en el aeropuerto de destino, pero luego fue protagonista de un ritual de exorcismo en la pista.
El avión cubría el trayecto entre las ciudades de Nueva York, Estados Unidos, y la capital del país africano. Una vez en tierra y tras ser inspeccionado por personal de la terminal aérea, se comprobó que el mismo sufrió un pequeño daño causado por el impacto del rayo, y por tal razón, se llamó a un grupo de sacerdotes vudú para exorcizar el aparato al día siguiente.
Según una publicación del diario argelino El Watan, la ceremonia consistió en salpicar el avión con agua y verter licor como ofrenda para apaciguar la ira de Hiébiésso, la “divinidad del trueno” en Mina, un idioma local que se habla en el sur de Togo.
Originaria de Benin y Togo, la religión vudú cuenta con 50 millones de creyentes en todo el mundo, incluidos muchos en el Caribe, Brasil y el estado norteamericano de Luisiana. Si bien Togo es oficialmente un estado laico, la religión vudú es ampliamente aceptada por sus habitantes.