El día de ayer, todos los medios internacionales se hicieron eco de la caída de la capital de Afganistán, Kabul, en manos de los extremistas talibanes. Escenas de total caos dignas de una película de Hollywood recorrían las las redes sociales a nivel mundial; pero una información definitivamente llamó la atención, la de una aeronave militar transportando a más de 800 civiles en su interior.
El avión Boeing C-17A “Globemaster” de las Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos con base en Dover Air Force, en Delaware, había despegado desde Kabul con una cantidad inimaginable de personas respecto a la capacidad del mismo con destino a las instalaciones de la Base Aérea Al Udeid, en Qatar. Al comienzo, la data se manejaba con cierto escepticismo, ya que pasaban las horas y nadie podía comprender como lograron entrar más de 800 personas en un equipo preparado para llevar no más de 150 soldados bien armados.
Según una publicación hecha por el propio fabricante; esta aeronave puede transportar 134 soldados en asientos en pallet, 102 con asientos estándares o 36 camillas y 54 pacientes ambulatorios en modo MEDEVAC (Evacuación médica). Aunque en sus especificaciones técnicas figura que en rendimiento total es de 77.519 Kg y suponiendo que las aerolíneas comerciales toman como referencia 88 kg el peso promedio de cada pasajero, se obtiene un aproximado de 880 personas. Hasta la fecha, el récord de transporte de civiles dentro de un C-17 era de 670 personas evacuadas posteriormente a un terremoto en las Filipinas.

Mas tarde, se confirmó que efectivamente el vuelo RCH871 partió con más de 800 civiles tras divulgarse la comunicación entre un personal de la base con la tripulación de la aeronave; en ella se escucha, “Ok, ¿cuántas personas crees que hay en tu jet?”. Luego, después de recibir una respuesta por parte de la tripulación del RCH 871, él personal responde “¡¿800 personas en su avión?! Santo, Santo Cielo, Ok.”