El Tribunal Supremo de Londres denegó el martes la solicitud de Qatar Airways, por lo que Airbus podrá anular el pedido de A321neo de la aerolínea.
Las empresas llevan meses entrelazadas en una disputa judicial surgida por los problemas del A350. El enfrentamiento escaló en enero, cuando Airbus rescindió el contrato por 50 A321neos que Qatar había adquirido con la intención de abrir nuevas rutas. Inmediatamente la aerolínea solicitó en una medida cautelar que dicha cancelación se deje sin efecto.
En su fallo, el tribunal rechazó su planteo, en el que sostenía que no existen alternativas al contrato con Airbus. Qatar sostenía que le es imposible tomar aviones en leasing o utilizar los 737 MAX encargados a Boeing. La decisión pone fin a la cuestión sobre los A321neo, dejando libre la vía para debatir la disputa principal, centrada en la seguridad del A350. La aerolínea también fue condenada a pagar la mayor parte de las costas de esta porción del caso.
Airbus sale victoriosa habiendo basado su postura en el argumento de que los dos contratos están conectados por una cláusula de “incumplimiento cruzado”. Según el fabricante, ésta le permitió rescindir uno de los contratos cuando la compañía aérea se negó a cumplir el otro. Algunos ejecutivos de compañías aéreas temen que esto siente un precedente que refuerce el control que Airbus y Boeing ejercen sobre el mercado.
El fabricante, en un comunicado, señaló que “es positivo que este asunto haya quedado atrás. Ahora podemos centrarnos en el tema principal: la tergiversación por parte de Qatar al opinar sobre la seguridad y la aeronavegabilidad del A350”.
La aerolínea, por su parte, no hizo comentarios. Una fuente interna de Qatar, sin embargo, dijo a Reuters que el conflicto por el Airbus A321neo era “secundario” respecto a las preocupaciones de seguridad sobre el A350. La conflictividad ha escalado hasta tal punto que la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) calificó la cuestión de “preocupante”.
