La privatización de 15 terminales aéreas en el vecino país, obedece al permiso del gobierno nacional en miras a la restructuración, modernización e inversión de estos aeropuertos, incluyendo a Congonhas en Sao Paulo, el tercero más grande en cuestión de movimientos, y Ponta Porã, terminal limítrofe con Pedro Juan Caballero, Paraguay.
La autorización concedida por el Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU), órgano fiscalizador del Congreso, supone la superación del último obstáculo en el proceso de concesión, por lo que el Gobierno anunció inmediatamente que planea organizar la respectiva subasta o llamado a licitación antes de las elecciones presidenciales de octubre.
“Con el aval de la Corte de Cuentas, el calendario estipulado por el Gobierno sigue en vigor. Es decir que publicaremos el edicto del concurso en junio y realizaremos la subasta en el segundo semestre de 2022”, expresó Marcelo Sampaio, Ministro de Infraestructura.
De acuerdo con el Ministerio, la concesión de los 15 aeropuertos a operadoras privadas por 35 años debe generar inversiones por unos 7.300 millones de reales (unos 1.258,6 millones de dólares) en la ampliación y modernización de las terminales.
Los aeropuertos serán subastados en tres bloques, el primero de los cuales incluye el aeropuerto de Congonhas y los de las ciudades de Campo Grande, Corumbá, Ponta Porã, Santarém, Marabá, Carajás, Altamira, Uberlandia, Uberaba y Montes Claros. Es decir, la firma que opere CGH, deberá asumir la administración de otras 10 terminales de diferentes estados brasileños. El segundo bloque compete a Campo de Marte, también en el estado paulista, y Jacarepaguá en Rio de Janeiro.