En la mayoría de los países país donde tomar un vuelo de cabotaje es tan simple como tomar un ómnibus, este reporte parecería como relatar tus andanzas del día a día. Pero para un país como Paraguay es un gran desafío para varios sectores que día a día vienen trabajando para que estas operaciones dentro nacionales sigan funcionando exitosamente a pesar de factores adversos.
Ciudad del Este hasta hace pocos años era considerada como una de las tres ciudades más importantes a nivel internacional con respecto al comercio, solo por detrás de Miami y Hong Kong, en donde miles de turistas abarrotaban sus calles en busca de productos a buenos precios. Bajo la circunstancia de una ciudad que debía de estar conectada con el mundo como así también para sustituir al viejo aeropuerto Alejo García, el Aeropuerto Internacional Guaraní fue construido en el distrito de Minga Guasu, Alto Paraná, distante a unos 20 km de Ciudad del Este. Lastimosamente, las graves crisis económicas en la región fueron degradando de a poco el comercio de dicha ciudad quedando finalmente este nuevo aeropuerto aislado y bajo las sombras de otros dos aeropuertos que funcionan en las ciudades de Foz de Iguazú en Brasil y Puerto Iguazú en Argentina.
El aeropuerto Internacional Guaraní funciona más bien para vuelos cargueros siendo los vuelos comerciales de pasajeros hasta hace unos días inexistentes; en el pasado llegaron hasta allí las aerolíneas LADESA, TAM, Sol del Paraguay y finalmente Paranair. Justamente con esta última compañía que regresó a Ciudad del Este luego de dos años y medio de haber abandonado la ruta desde Asunción a consecuencia de la pandemia, que he realizado este corto vuelo invitado por Paranair para vivir la experiencia de un vuelo nacional en Paraguay después de tanto tiempo.
Este vuelo de retorno fue programado para el día martes 20 de setiembre. Me apersoné con una hora de antelación en el Aeropuerto Internacional Silvio Pettirossi de Asunción para poder así cubrir el evento que se tenía planeado realizar en presencia de autoridades e invitados especiales. Como era un vuelo de ida y vuelta bien simple, el check-in fue muy rápido ya que el personal de la aerolínea ya contaba con los boletos de embarques impresos para todos los invitados a este vuelo, como así también de los primeros pasajeros que habían adquirido el pasaje. El vuelo ZP800 prevía su despegue para las 11:30 de la mañana, por lo que tras el check-in nos dirigimos hasta la zona de embarque en espera de la ceremonia de corte de cinta que se haría frente a la puerta que nos llevaría hasta la aeronave. Una vez dentro y en presencia de todos, el corte de cinta fue hecho por el Presidente de la DINAC el Ing. Féliz Kanazawa, la Ministra de Turismo, Sra. Sofia Montiel de Afara y el Sr. Jaime Cassola, Gerente General de Paranair.




Una vez hecho el corte de cinta, fuimos invitados a abordar la aeronave que ya se encontraba acoplada a la manga #6; allí nos esperaba el Bombardier CRJ-200ER con matrícula ZP-CRR con capacidad para 50 pasajeros que sería el encargado de cubrir el vuelo ZP800 entre los Aeropuertos Internacional Silvio Pettirossi y Guaraní de unos 30 minutos de duración aproximadamente. Cuando el personal me preguntó si deseaba pasillo o ventana, mi respuesta fue obviamente la segunda, siendo el asiento asignado el 14A, que es el último de la fila al lado del motor izquierdo.





Tras un breve discurso de bienvenida por parte del Comandante de vuelo en donde nos especificó que estaríamos volando a una altura de 10.400 metros aproximadamente y a una velocidad de unos 500 km/hm la aeronave taxeó rápidamente hasta la cabecera 20 por donde tomaría carrera para el despegue. El vuelo hasta el Aeropuerto de Guaraní transcurrió de manera tranquila sin turbulencias, a pesar de que en algunas partes del tramo volábamos entre las nubes; durante el vuelo recibimos las gracias por parte del Sr. Jaime Cassola quien se encargó de dar un speech a todos los pasajeros a bordo. Mientras observaba por la ventana se me vino a la cabeza el viaje que había hecho semanas antes a Ciudad de Este en auto tardando aproximadamente 4 horas y 30 minutos, cuando nuevamente el comandante del vuelo anunció que ya nos encontrábamos en descenso al Aeropuerto Guaraní. Esta era la segunda vez iba a Ciudad del Este en avión, la primera fue en un A320 de TAM Mercosur, que hacía una breve parada en dicho aeropuerto antes de seguir hacia Guarulhos, Brasil.
Al tratarse de un vuelo domésticos muy corto, no hubo ningún servicio a bordo.



Eran las 12:15 cuando el CRJ-200ER tocaba pista del Aeropuerto Internacional Guaraní después de dos años y medios, por lo que la bienvenida a dicho aeropuerto estaría a cargo del departamento de los bomberos que nos recibieron con un tradicional y emocionante Water Salute desde ambas direcciones.





Una vez en suelo, fuimos recibidos tanto por las autoridades aeroportuarias como así también por los representantes del gremio del comercio y turismo de Ciudad del Este. Tras un breve discurso, recorrimos las instalaciones del aeropuerto para luego ya proceder al check in del vuelo de regreso, aunque antes de abordar el aparato pudimos disfrutar de un pequeño brindis en la zona de embarque y en el que pudimos conversar con varias personas de distintos sectores, quienes depositaban su confianza en la aerolínea para que el servicio regular entre ambas ciudades sea exitoso y sostenible. Finalmente, a las 13:30 horas antes de abordar la aeronave, se realizó nuevamente el corte de cinta para abrir habilitar oficialmente la ruta entre Ciudad del Este y Asunción.



Ya dentro de la aeronave escuchamos el recibimiento del capitán, mientras el CRJ ya se encontraba en camino a alinearse a la cabecera 05, por donde haríamos la corrida del despegue. El vuelo de retorno también trascendió sin ningún problema aterrizando en el Aeropuerto Internacional Silvio Pettirossi a las 14:15. Por segunda vez en el día, fuimos protagonistas de otro arco de agua por parte del equipo de bomberos, dando por terminado este esperanzador reinicio de los vuelos de cabotaje en el Paraguay.


De momento, Paranair está volando entre Asunción y Ciudad del Este dos veces por semana, con proyección de recuperar las dos frecuencias diarias que tenía hasta el inicio de la crisis sanitaria por coronavirus. La oferta irá incrementándose en función de la demanda.
Muchas gracias por la invitación y el mejor de los augurios para Paranair en este nuevo desafío de reconectar en Paraguay internamente.