*Foto portada: Agencia de noticias Trend
El vuelo QF1 que había despegado de Singapur y con destino al Aeropuerto Internacional Heathrow en Londres, debió aterrizar de emergencias en Bakú, capital de Azerbaiyán debido a una alarma que indicaba incendio en una de las bodegas de carga.

La aeronave se encontraba a más de 10 horas en el aire cuando repentinamente en el cockpit sonó la alarma de incendio en una de las bodegas de carga; cuando esta se encontraba volando sobre el espacio aéreo de Georgia por lo que la tripulación decidió dar media vuelta para dirigirse hasta el Aeropuerto Internacional Heydar Aliyev de Bakú para un aterrizaje de emergencias.
“La aeronave alertó intermitentemente a los pilotos sobre el potencial de humo en la bodega de carga. Aunque se consideró probable que se tratara de una falla del sensor, la aeronave se desvió a Bakú como medida de seguridad. Las investigaciones iniciales no han encontrado evidencia de humo en la bodega de carga. Agradecemos a los clientes por su paciencia y estamos trabajando para ponerlos en camino lo más rápido posible”.
Portavoz de la aerolínea.
Una vez en tierra, la aeronave fue recibida por el equipo de bomberos del aeropuerto quienes junto con la tripulación constataron que se trató de una falsa alarma. Dentro del A380 había 356 personas a bordo entre tripulación y pasajeros.