En el proceso, según denunciaron medios detractores al proyecto, la firma española Sacyr-Agunsa, de polémicos antecedentes de incumplimiento en varios países, fue la que estuvo más cerca de quedarse con el aeropuerto vía APP.
Las direcciones de Obras, Licitaciones y Asuntos Jurídicos de la Contraloría, que analizaron el recurso de reconsideración interpuesto por el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) para evitar la cancelación del llamado a licitación del aeropuerto, se ratificaron en el contenido de su dictamen inicial, que había recomendado declarar desierta la licitación o, en su defecto, cancelar el llamado.

La recomendación de la Contraloría, recurrida por el MOPC, se basaba en dos cuestiones fundamentales: la omisión del llamado a precalificación por el MOPC, puesto que se hizo directamente, y el diseño defectuoso de los pliegos, que fueron hechos con soporte de la consultora Deloitte.
“La importancia de la precalificación es indiscutible para un proceso de contratación de esta envergadura, ya que garantiza la transparencia del proceso”, aseveró la dependencia.
La Dirección de Comunicaciones del MOPC se informó ayer que recibieron la notificación de la Contraloría General y que el ministro Ramón Jiménez Gaona lo derivó a la Comisión de Evaluación de Ofertas. “Una vez analizado detenidamente el contenido del dictamen, habrá un pronunciamiento”, mencionó un vocero.
El propio presidente Horacio Cartes dijo semanas atrás que estaba por bajar el pulgar al proyecto considerando los nubarrones y cuestionamientos por los que estaba atravesando ante la opinión pública.
La APP del aeropuerto Silvio Pettirossi requiere de una inversión de aproximadamente 150 millones de dólares incluyendo un nuevo edificio terminal, que la firma adjudicada debe invertir en tres fases, dependiendo del crecimiento de pasajeros. La ganadora debe administrar la terminal aérea por 30 años.

Por ahora y mientras se tomen las decisiones al respecto sobre como sortear este gran tropiezo, la infraestructura aeroportuaria del Silvio Pettirossi continuará por debajo de los estándares internacionales que dejan mal parado al principal puerto de entrada al país.
No se sabe si el gobierno reimpulsará el proyecto corrigiendo los defectos detectados o si trabajará en un plan B. Habrá que esperar.