El reactor estaba en ruta desde el Aeropuerto Internacional Sheremetyevo (SVO) de Moscú al antiguo aeropuerto internacional Kai Tak de Hong Kong. La mayoría de los pasajeros eran ejecutivos de Hong Kong y Taiwán que se encontraban en Rusia en busca de oportunidades económicas.
El piloto al mando, Yaroslav Kudrinsky (en ruso, Ярослав Кудринский), había llevado a sus dos hijos a su primer vuelo internacional y los había metido en la cabina de mando, mientras estaban en ruta. Aeroflot permitía a las familias de los pilotos viajar con una tarifa reducida una vez al año.
Según revelaron las grabadoras de datos del avión siniestrado, con el piloto automático activado, Kudrinsky, contraviniendo la normativa, les ofreció sentarse en los controles. Primero su hija Yana se sentó en el asiento delantero izquierdo del piloto. Kudrinsky ajustó la dirección del piloto automático para darle la impresión de que estaba haciendo virar el avión, pero sin que llegase a tener verdaderamente el control. A continuación, su hijo Eldar Kudrinsky (en ruso, Эльдар Кудринский) se ubicó en el asiento del piloto. Al contrario que su hermana, Eldar aplicó la fuerza suficiente a la columna de control como para contradecir al piloto automático durante treinta segundos, ya que sin saberlo, lo había desconectado en su sección de alerones. El avión comenzó a virar incrementando cada vez más el giro hasta llegar a ponerse en vertical mientras que los pilotos eran incapaces de retomar el control. Al contrario que los aviones soviéticos con los que la tripulación sí estaba familiarizada, no se activó ninguna alarma audible cuando se produjo la desconexión parcial del piloto automático y, por esta razón, permanecieron en el desconocimiento de qué estaba sucediendo.
Pronto el avión sobrepasó los 45º de ángulo (superando el máximo para el diseño). Esto incrementó la Fuerza G sobre pilotos y tripulantes, imposibilitando a la tripulación retomar el control. Después de llegar a un ángulo de noventa grados, las funciones restantes del piloto automático intentaron corregir la altitud del avión poniendo al avión en ascenso prácticamente vertical, cerca del punto de pérdida del avión. El copiloto y Eldar se las ingeniaron para poner nuevamente el morro del avión hacia abajo, lo que redujo la fuerza G sobre los pilotos y posibilitando al capitán tomar los controles. Aunque tanto él como su copiloto retomaron el control, su altitud para entonces era demasiado baja como para recuperarse, y el avión impactó con el terreno a alta velocidad, matando a todos los que viajaban a bordo. Los restos fueron encontrados en una ladera remota a unos 25 kilómetros de Mezhduréchensk, en el suroeste de Siberia.
Pese a los esfuerzos de ambos pilotos para evitar el accidente, más tarde se concluyó que solamente tenían que haber soltado los mandos y el avión se hubiese encargado de efectuar las acciones necesarias para prevenir su entrada en pérdida, y por tanto salvar el avión.
La sentencia final concluyó que las causas del accidente fueron: menor de edad al mando de los controles , error de piloto, desorientación espacial, y desconexión del piloto automático en los alerones.
A consecuencia de la investigación del accidente, se recomendaron un buen número de cambios de diseño en el sistema de piloto automático del A310, aeronave de las que ya quedan relativamente pocas unidades en servicio comercial de pasajeros en el mundo.