El fabricante estadounidense Boeing puso en stand by el desarrollo del 777-8 de ultra largo alcance, poco tiempo después de anunciar una demora en la certificación de la variante -9, la más grande de la familia 777X, por problemas en los motores GE9X, según informó FlightGlobal.
El aplazamiento en el cronograma se ajusta a los requerimientos de los clientes del avión, que precisan más tiempo para una transición ‘tranquila’ al nuevo modelo, mientras así se reducen los riesgos para todo el programa 777X, según Boeing, que no brindó detalles sobre el tiempo que durará el retraso.
“Seguimos comprometidos con el 777-8, que será el avión comercial más flexible del mundo y ofrecerá a nuestros clientes un rango y carga útil insuperables”, mencionó Boeing.
El 777-8 es el integrante más pequeño y de mayor autonomía de la familia 777X, diseñado para transportar a 384 pasajeros en una configuración estándar de dos clases y volar hasta 16.170 kilómetros sin reabastecimiento. A la fecha, 53 unidades fueron ordenadas por Emirates, Qatar Airways y Etihad Airways.

La firma de Seattle, sin embargo, continúa promocionando al avión como el ideal para atender las necesidades de la australiana Qantas, quien mediante el “Proyecto Sunrise”, busca conectar sin escalas a Oceanía con las principales ciudades europeas y la costa este de los Estados Unidos.
Con la germana Lufthansa como cliente lanzamiento, habrá entonces que esperar hasta 2020 para ver volar por primera vez un 777-9, y más aún, para pensar en un ejemplar terminado del 777-8.